martes, 29 de noviembre de 2011

El Maestro aparece cuando el alumno está preparado

En el mes de Agosto, haciendo la planificación personal para el otoño/invierno, escribí una listita de actividades personales en las que me gustaría trabajar por aquello de saberme productiva (dejes todavía procterianos...).

En esa listita se me ocurrió escribir el deseo de localizar actividades, cursos o seminarios que me ayudasen a progresar en mi desarrollo personal, una vez acabado mi trabajo con la clínica de adelgazamiento y con mi coach personal Dana. Bueno, con Dana el trabajo nunca se acabará, pues siempre habrá cosas que en el caminar de la vida surjan, me atasquen o de las que quiera aprender, pero esto será mas a nivel puntual que regular.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, creo que en el fondo me movía cierto miedo a quedarme estancada en un plano de conformismo o área de confort después de tantos años de  trabajo personal, consultas, citas, libros, reflexiones y demás introspecciones que casi ya se han vuelto un hábito. El caso es que "el maestro aparece cuando el alumno está preparado" y pocos días después me empezaron a llover oportunidades que sobre el papel parecían pocas, pero que en realidad  han sido mas que suficientes por su intensidad tanto en horas de práctica como en densidad de temario.

Através de El observatorio (http://www.elobservatorio.org/elobservatorio.html) surgió la posibilidad de hacer un curso de fin de semana de Dinámicas de Pareja al que tuve la suerte de asistir con mi chico, el cual se voluntarizó con el fin de construir un poquito más y mejor esto que tenemos entre manos desde hace ya casi 7 meses. Nos ayudó a ver el rol que cada uno estaba haciendo en la pareja y nos dio la oportunidad de romper alguna que otra barrera de comunicación para expresar lo que necesitábamos cada uno de la pareja. Cierto es que no hemos hecho mucho mas trabajo sobre el tema, pues el día a día arrasa, pero si ha dejado una buena base que espero podamos continuar en un futuro.

Por otro lado, através de super-Mónica me llegó la información de un curso intensivo de Yoga y Meditación Mindfulness impartido en la universidad complutense de Madrid que facilitan dos grandes profesionales, Gustavo y Rafa, através de su organización Nirakara (http://www.nirakara.org/).
8 semanas de trabajo intensivo y muy completo que comprende Yoga, la Meditación plena, lecturas, foros de discursión, prácticas de integración, fin de semana de retiro, etc. Hora y media presencial a la semana y un par de horitas diarias entre prácticas y lecturas el resto de la semana.
Pues bien, este curso lo terminé ayer y es la caña! Lo dice la que suscribe que no ha conseguido en su vida concentrarse mas de 3 minutos en siquiera leer el Hola. Al principio creía que las transformaciones observadas después de las meditaciones eran mágicas. Ahora entiendo que va mucho más allá, que hay un componente neurológico que tiene una gran importancia. Que al cerebro se le educa, se le dirige, y se le trabaja, con mucho cariño y paciencia, para que sea lo que queremos que sea y que no dirija nuestras vidas. En resumen, esta técnica enseña a ser un observador para vivir los acontecimientos, pensamientos y emociones de la vida con cierta distancia y que no nos arrastren por ríos emocionales o de sufrimiento involuntarios. Nos enseña a vivir plenamente en el aquí y en el ahora.
Huelga decir que aunque el curso ha terminado, esto es un camino que no ha hecho más que comenzar, pues 42 años de mi vida pensando y actuando de una manera, no se cambian en 8 semanas, pero si que creo en ello y estoy dispuesta a seguir adelante por esta nueva ruta descubierta.

Y para terminar (ufffff), este fin de semana hemos tenido la suerte de poder participar en una meditación del sistema ISHA (www.isha.com), meditación que se basa en la expansión de la conciencia permitiendo la autosanacion del cuerpo, la mente y las emociones. Muy en la linea de Mindfulness, pero con foco en el AMOR-CONCIENCIA.

Y con todo esto, ha completado ese área de trabajo personal que tan ansiosa estaba por rellenar allá por el mes de Agosto. Yo, que nunca había meditado en mi vida, y que secretamente siempre he creído que padecía de cierta hiperactividad, tengo que reconocer que ahora no se si podría vivir sin ello y tengo que reconocer que me ha aportado mucho más de lo que me podía imaginar. Hace falta ser perseverante, cosa que no siempre es fácil. Pero merece la pena el esfuerzo.
A mi se me han movido muchas cosas por dentro. Leyendo, practicando, meditando, compartiendo experiencias, aprendiendo se me han desmontado muchos patrones victimistas que he ejercido durante toda mi vida casi inconscientemente. Y aunque todavía no están integrados en mi vida, ya no tengo excusa. Se trata de practica, practica, practica, sin cuestionarselo...

...MERECE LA PENA!





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