Es automático. La buena gente triunfa allá donde vaya. Hace menos de un año, Valentina, la chica que tenía mi madre en su casa cuando murió y que tanto me ayudó a mi a salir adelante de todos los marrones que se me venían encima, decidió darle un futuro mejor a su hija y se vino desde Ucrania con lo puesto a probar suerte a España. Y con lo puesto quiero decir hija de 14 años, perro chihuahua y unas perrillas en el bolsillo. CON LA QUE ESTÁ CAYENDO en España!
Llegó con lo básico organizado. Había contactado de antemano con una casa en la que vivir, su hija tenía plaza en un colegio público al que acudir, el dinero de la venta de su coche y unos pocos amigos, entre los que tengo el honor de incluirme.
Al mes de llegar, tuvo que abandonar la casa porque el señor que la habitaba abusaba del alcohol. En seguida encontró otro sitio donde poder acomodarse, pero no cayó del cielo. Día y noche hacía llamadas con su español limitado que nunca fué una barrera para ella.
No tardó mucho en encontrar trabajillos. Le pagaban poco y nada pero CON LA QUE ESTÁ CAYENDO, le dieron para arrancar a ella y a su hija adolescente.
Tardó 3 meses en conseguir un trabajo fijo de muchas horas y poco dinero, donde estuvo 5 meses. El trabajo la amargaba porque además de no darle para comer literalmente, la explotaban. Pero siguió inasequible al desaliento. Claro, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO!!!!.
Sin embargo, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO, poco a poco su vida se fue ajustando y acoplando y señores, CON LA QUE ESTÁ CAYENDO, en menos de 6 meses ha conseguido legalizar su situación (sí, sí, cuando están deportando a todos los inmigrantes a sus países, ella consigue papeles), tiene varios trabajos que le permiten vivir a ella y a su hija decentemente e incluso, de vez en cuando, ir a la peluquería. Vive en una habitación mínima pero ha creado lazos casi de familia con los dueños de la casa y su hija está sacando prácticamente todo el curso adelante con nota en algunas asignaturas, cuando llegó sin hablar nada de español.
Y todo lo ha hecho con grandes dosis de dignidad, trabajo constante, y sobre todo mucho corazón. Todas las casas donde trabaja, la adoran. Y yo, además de una lección de fortaleza, trabajo y buen hacer, he ganado una hermana mayor que me da mucha seguridad.
Es de esas personas que tenerla cerca me hace sentir que puedo con todo. GRACIAS VALENTINA! .
....Y TODO..... CON LA QUE ESTÁ CAYENDO....
